Con todas las medidas de seguridad necesarias arrancó una nueva cita de la BS Uefa para satisfacción de todos sus protagonistas, que volvían a reencontrarse con el fútbol y el balón, algo que siempre necesitamos los amantes de este deporte, y más en estos difíciles momentos, tratándose de una actividad al aire libre de muy bajo riesgo.

Los primeros compases del partido fueron algo tímidos por parte de ambos conjuntos, que solo conseguían probar suerte desde la lejanía, sin conseguir hilvanar ocasiones claras de gol. La primera oportunidad clara la tuvo en sus botas Jorge Garrido, que se mostró inconmensurable todo el partido. Un saque de córner a la frontal lo dejó pasar Alejandro Iglesias, y Garrido colocó su remate ajustado al palo, donde la defensa de Quevedo consiguió despejar el balón.

Justo en la siguiente jugada fue cuando el conjunto de Iglesias inició su camino a la Final con el primer tanto, obra precisamente de su capitán. El primero de la noche para él. Poco después Atlético Quevedo estuvo a punto de hacer el empate con un disparo cruzado de Miguel Ruiz, al que Javier Cuadrado reaccionó con una bonita estirada abajo para palmear el cuero con algunos apuros.

Continuó el asedio blanco durante el tiempo restante de la primera parte, y poco antes del descanso fue Alberto Gómez el que puso tierra de por medio en el marcador, con un disparo lejano desde la banda, ante el que Alexander-Edwin no estuvo acertado en su intento de detener. 0 – 2.

Nada más reanudarse el partido, Gonzalo Andrío aumentó la ventaja con un zapatazo desde tres cuartos de campo, que con la velocidad que tomó el esférico a ras del césped resultó imposible de parar. 0 – 3.